Por Miguel Ángel Conde Moreno [madrileño-sabiñanense]
Con motivo de la presentación de su último libro, en las pasadas fiestas patronales, hemos charlado con Francisco Tobajas Gallego, Cronista Oficial de Saviñán desde 2007. El autor estuvo acompañado en esta ocasión por el alcalde Ignacio Marcuello y por Miguel Ángel Conde Moreno.
El último libro que presentaste el día 13 de agosto pasado, es uno de tus primeros libros, escrito en 1986. ¿Por qué esta tardanza en publicarlo?
-Este libro fue escrito, como dices, en 1986. Vi un anuncio en Heraldo de Aragón, que publicaba las bases del premio de novela corta Ciudad de Barbastro, que daban un plazo hasta septiembre. Inmediatamente me puse manos a la obra. Como era muy poco tiempo elegí un tema conocido. Quería contar mis experiencias, nada gratificantes, en el cuartel, aliñadas con recuerdos de infancia y juventud. Debía tener como mínimo ciento veinte páginas y fue todo un reto escribir un relato largo.
¿Por qué elegiste la figura de un transcriptor que encuentra el manuscrito y lo reelabora a su gusto yconveniencia?
-Sentía un poco de vergüenza contar mis experiencias cuarteleras en primera persona, así que me inventé la figura de un transcriptor que encuentra el manuscrito y lo narra a su manera. Estos capítulos relativos al cuartel están escritos en segunda persona.
Las cartas dirigidas a una Aurora desconocida están escritas en primera persona. En ellas cuento mis recuerdos infantiles y juveniles, con otros asuntos personales, reales e inventados. Esta Aurora a quien van dirigidas todas las cartas es un ideal. Representa la luz, la esperanza, la rebeldía, la libertad…
¿Qué supuso para ti ganar el premio de novela corta Ciudad de Barbastro?
Fue toda una sorpresa, porque no me lo esperaba. Creo que era una novela muy mala, pero tenía un aire fresco de autenticidad, de sinceridad, aunque también de inexperiencia…
El jurado estuvo compuesto por Alfonso Zapater, Ana María Navales y el bibliotecario de la Biblioteca Municipal de Barbastro que, según me dijeron, fue el único que no me votó…
¿Por qué no se publicó entonces?
Por aquellos años la editorial Bruguera se hacía cargo de la edición de las novelas premiadas en este concurso, pero quebró, precisamente, en este año de 1986. Varios años las novelas premiadas no fueron publicadas. Una de ellas fue la mía.
¿Intestaste publicarla con otra editorial?
Desde el Ayuntamiento de Barbastro me indicaron que me pusiera en contacto con Alfonso Zapater, que había sido miembro del jurado. Estuve hablando con él en su despacho de Heraldo de Aragón. Entonces me sugirió que la corrigiera y se la hiciera llegar de nuevo, para buscar otra editorial para publicarla. Una vez corregida se la hice llegar, pero no debió encontrar a nadie que corriera con la edición.
Al hacerse cargo la editorial aragonesa Prames del premio Ciudad de Barbastro, le envié el manuscrito por si quería publicarlo, pero pasó el tiempo y me lo devolvieron con excusas, al cambiar de sede.
Unos años antes de cumplirse el 50º aniversario del premio de novela Ciudad de Barbastro, fundado en 1970, se puso en contacto conmigo, a través de la asociación cultural, Rafael Torres. Tenía en su colección todas las novelas premiadas, menos la mía, y se ofrecía a llevar a cabo las gestiones pertinentes para publicarla. Yo le contesté que la iba a revisar y le contestaría. En aquella ocasión, al volver a releer el texto me pareció muy malo y le contesté que necesitaba un tiempo para corregirlo de nuevo.
En 2020 se publicó un libro, conmemorando el 50º aniversario del premio, con una introducción y una ficha de cada novela ganadora.
En 2022 volví a releer la novela y entonces no me pareció tan mala. Me puse en contacto de nuevo con Rafael Torres y le comenté la posibilidad de publicarla en Barbastro. Al cabo de un tiempo me envió un presupuesto, bastante abultado, y me comentó que buscaría financiación, poniéndose en contacto con el Ayuntamiento. Nada consiguió entonces y el asunto quedó paralizado, hasta el año 2023 que la publiqué con la editorial Ende. Por problemas de imprenta, el libro se ha presentado este año.
¿Ha cambiado mucho la novela con las correcciones posteriores?
-La novela se mantiene tal y como fue escrita en 1986, con los mismos capítulos. Se han corregido algunos fragmentos y se han aumentado otros. La última corrección debe ser de 1990, porque en 1991 comencé a colaborar en el semanario bilbilitano La Comarca, en 1993 se fundaría la asociación cultural, con su revista trimestral Enebro, y a partir de 1994 comencé a colaborar con el semanario La Verdad, de Calatayud, donde publicaba cuatro o cinco artículos a la semana. En ellos me curtí como escritor… Escribía artículos de opinión, de actualidad, de cultura y de crítica, utilizando varios seudónimos. Cada semana se vendían en Saviñán veinte o veinticinco periódicos.
¿Y a partir de ahí, cual ha sido tu trayectoria?
Como te dije, comencé a colaborar en estos dos semanarios de Calatayud y en Enebro. También colaboré con la revista cultural de La Almunia La Replaceta, con la revista Trébede. Escribía también relatos y poesía. Desde el año 2000, que publique un libro de epigramas dedicado a Luis Buñuel, que fue premiado por unas bodegas de Cariñena, he editado una veintena de libros. Desde 2011 soy consejero del Centro de Estudios Bilbilitanos y miembro de su Comisión Permanente. Con el CEB he publicado dos libros. Uno dedicado a Faustino Sancho y Gil, 2013, y otro a los viveristas y fruteros del Jalón, 2016. Para el año próximo tengo pendiente con el CEB la publicación de un libro titulado Calatayud, historias de su historia. También tengo terminado otro libro sobre El Frasno, historias al borde del camino real, y otro titulado Últimas cartas del infierno, donde se reúnen las posibles últimas cartas que escribiera Goya, Gracián, Marcial, Quevedo, Buñuel y Silvio Kossti, recordando a su maestro Joaquín Costa. Este último libro tengo previsto presentarlo para las próximas fiestas patronales de 2025.
Tengo también una docena de artículos de investigación sobre Saviñán, que podrían ver la luz en próximos libros o en una revista local que podría llamarse Trasmon. Igualmente tengo escrita una novela corta, Cesardisgusto… Actualmente, sin otro oficio que el de jubilado, tengo varios frentes abiertos de investigación. Colaboro periódicamente en la página web del CEB. En ella he publicado abundantes artículos referidos a personajes tan interesantes y poco conocidos como Darío Pérez, Juan Blas y Ubide y Sixto Celorrio, del que se conmemora este año su centenario. Trabajo no falta, esperemos que las fuerzas nos acompañen.
¿Dónde te sientes más cómodo en la narrativa o en la investigación?
En los últimos años me he dedicado casi exclusivamente a la investigación. He participado en los V, VI, VII, VIII, IX, X y XI Encuentros de Estudios Bilbilitanos, que se celebran cada cuatro años. También he colaborado con temas de investigación en los seis números de la revista Cuarta Provincia. Una revista anual que edita el CEB. El año pasado publiqué un libro sobre algunas historias de Morés y en el año 2021 confeccioné la página web del Ayuntamiento de Saviñán.
¿Qué experiencias tienes de tu paso por la política municipal?
Salí elegido por dos votos en las elecciones municipales de 2019. Nunca me ha interesado la política, pero la municipal no es política, es un servicio al pueblo. En un principio pensé declinar la invitación de Ignacio, pero luego lo pensé mejor y me decidí a colaborar, para colocar a mis amigos… En el año 2019 colocamos una placa en la casa donde vivió y escribió las Notas para la historia de Saviñán, José Gracián Gasca, un siglo antes. Por cierto, en su manuscrito se lee Saviñán. En este manuscrito, que corregí y anoté en 2013, con motivo del 150º aniversario de su nacimiento, hemos aprendido muchas cosas de nuestro pueblo. Se trata de un texto fundamental, del que hemos bebido todos los interesados en la historia de Saviñán.
También conseguí que la Biblioteca Municipal llevara el nombre del canónigo José Martínez Saldaña, proyecto que quisieron llevar algunos paisanos en tiempos de la segunda república, con Carlos Gasca a la cabeza, pero que no consiguieron en aquellos tiempos tan laicistas.
Siendo concejal de cultura, hemos luchado por el palacio de los condes de Argillo, del que no hemos conseguido que se catalogue como BIC, a pesar de tener zonas de sobrado interés, como una puerta renacentista, un arrimadero de la misma época, y una bodega con arcos medievales del siglo XIV o XV, y por la vuelta de la reliquia del Papa Luna, que llegó a Saviñán el 1 de junio de 2021, tras veintiún años de ausencia, tras el robo acaecido en el año 2000. El Ayuntamiento ha preparado un espacio museístico dedicado a Benedicto XIII, en la que fuera capilla de Santa Ana de los condes de Argillo. Para ello pedimos colaboración a la DPZ y de la DGA, pero recibimos solamente buenas palabras.
Queda aún pendiente preparar una sede para albergar un Museo etnográfico, con el material que ha conseguido reunir José Manuel Sanjuán, y otros que aportará el ayuntamiento y los vecinos. También falta acondicionar la iglesia de la Señoría para centro cultural y la torre de las Encantadas…
He visto que el Ayuntamiento de Saviñán tiene una página web ágil y muy completa.
Como te comenté anteriormente, se puso en funcionamiento en 2021. En ella se recoge todo el patrimonio civil y eclesiástico de Saviñán, las ermitas, los árboles monumentales más representativos, los personajes destacados de nuestro pueblo y algunas rutas turísticas.
Resultó bastante laborioso buscar información de todos estos temas, ilustrándolos con buenas fotografías. Es una página muy completa, en comparación con la de otros pueblos del entorno. Me siento muy orgulloso de haberla puesto en marcha.