JERÓNIMO CABALLERO Y ASENSIO

CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO

La leyenda dice que el Apóstol Santiago se apareció en la batalla de Clavijo (Rioja) en el año 844, combatiendo al lado de los cristianos. La iglesia lo celebró el 23 de mayo y el rey Ramiro I construyó una ermita en lo alto de la peña Turce, dedicada al Apóstol, estableciendo el Voto de Santiago. De aquí nacerá la Orden de Caballería de Santiago, al mando del General Maestre Sancho Martínez de Tejada. Otras fuentes aseguran que la Orden fue fundada en 1151 en el Reino de León. Doce caballeros leoneses, arrepentidos de su vida licenciosa, se unieron bajo unos Estatutos y formarán una congregación para defender de los ataques de los musulmanes a los peregrinos que visitaban el sepulcro de Santiago en Galicia y guardar las fronteras de Extremadura. En un principio se llamaron Caballeros de Cáceres. En 1170 aparece el Maestre Pedro Fernández de Fuenteencalada (1170-1184), que piensa que haciendo religiosa la Orden, sujetaría a sus caballeros a disciplina, haciéndolos útiles a la patria y al rey. Estos pensamientos fueron aprobados por los obispos de Toledo y Compostela.

Los caballeros aceptaron la regla de San Agustín y profesaron el 29 de julio de 1170, con hábito, manto y túnica talar blancos, manto sin cola y cruz roja en forma de espada en el pecho de la túnica y en el costado derecho del manto. El Papa Alejandro III reconoció a la Orden el 5 de julio de 1175 por la Bula «Benedictus Deus in dolores suis», aprobada canónicamente por Inocencio III (1160-1216).

La orden de Santiago fue suprimida con la I República (1873), se restableció con la Restauración monárquica, quedando extinguida con la II República (1931). Con las Órdenes de Calatrava, Alcántara y Montesa, la Orden de Santiago fue reinstaurada como una asociación civil en el reinado de Juan Carlos I, con el carácter de organización nobiliaria honorífica y religiosa.

El pretendiente a la Orden de Santiago debía probar en sus cuatro apellidos ser hijodalgo de sangre a fuero de España y no hijodalgo de privilegio. La prueba debía referirse también a su padre, madre, abuelos y abuelas. Debía probar que sus padres y abuelos no habían ejercido oficios manuales, ni industriales, que no tenían mezcla de judíos, moros, herejes, conversos o villanos. Tampoco podían ser admitidos los descendientes de prestamistas, procuradores, escribanos públicos y mercaderes.

Por el registro de la Real estampilla en el reinado de Carlos III, sabemos que el 28 de junio de 1765 se expedía el Título de Caballero de la Orden de Santiago a Jerónimo Caballero, natural de Saviñán.

Jerónimo Caballero y Asensio había nacido en Saviñán el 5 de julio de 1728, siendo bautizado en la parroquia de San Pedro. Fue teniente graduado de Caballería. Era hijo de Jerónimo Caballero Marín y de Lucía Asensio Gumiel, que habían casado en San Pedro de Saviñán el 3 de septiembre de 1725. Habían capitulado el 21 de mayo ante el notario de Saviñán, Francisco Cabronero. Tuvieron ocho hijos, tres de ellos murieron a corta edad. Sobrevivieron: Jerónimo, 1728, Teresa, 1730, Manuela, 1732, Raimundo, 1736, y María Vicenta, 1741.

Jerónimo Caballero Marín (1702-1742) no fue bautizado en San Pedro. Quizá lo fuera en la parroquia de San Miguel, pero no lo sabemos con seguridad porque el Libro tercero comienza en 1709. Recordemos que el Libro segundo (1618-1708) no se encuentra en el Archivo Parroquial. El primer bautizado el 16 de enero de 1709, anotado en el Libro tercero de San Miguel (1709-1833), fue su hermano Pedro Antonio Caballero Marín. Por tanto la familia Caballero-Marín estaba asentada en la Señoría.

Jerónimo Caballero fue procurador síndico en 1735 y 1739. Fue empadronado como hijodalgo en 1738, 1739 y 1742. Lucía Asensio fue bautizada en San Pedro en 1704.

Los abuelos paternos de Jerónimo Caballero y Asensio fueron Jerónimo Caballero Laplana y María Antonia Marín Simón. Jerónimo, nacido en Saviñán en 1677, no fue bautizado en San Pedro. Fue empadronado como hijodalgo en 1705, 1707 y 1709. Fue Síndico Procurador General en 1703. Jerónimo Caballero casó en Saviñán, el 27 de junio de 1700, con María Antonia Marín (1679-1722), natural de Morés. Su matrimonio no está en San Pedro.

Los abuelos maternos de Jerónimo Caballero y Asensio fueron Francisco Asensio y Gutiérrez, y María Josefa Gumiel. Francisco fue bautizado en San Pedro el 22 de septiembre de 1680. Aparece empadronado como hijodalgo en 1705, 1707 y 1709. Casó en Saviñán con María Josefa Gumiel García (1679-1733), el 9 de marzo de 1704.

Los bisabuelos paternos se llamaban Juan Caballero y María Laplana. Juan, nacido en Saviñán, fue empadronado como hijodalgo en 1676, 1677 y 1680. Casó en San Pedro de Saviñán el 9 de septiembre de 1676, con María Laplana, hija de Miguel Jerónimo Laplana y de Manuela de Urrea, de Saviñán. Juan era hijo de José Caballero y de Rufina Calvo, de la Señoría.

Domingo Marín y Arévalo, hijo de Marco y de María, nació en Saviñán. Casó en San Pedro el 10 de julio de 1678 con Ana Simón y Delgado, de Morés. La misa nupcial se celebró en la ermita de Santa María. Ana Simón testó en Morés en 1684, citando como hija única a María Ana (sería Antonia).

Los bisabuelos maternos se llamaban Juan Asensio, natural de Saviñán. Fue empadronado como hijodalgo en 1676, 1677 y 1680. Aparece como síndico Procurador y Regidor en 1673, 1675 y 1702. Casó en Saviñán el 18 de enero de 1671 con Antonia Gutiérrez, de Saviñán. Antonia cita en su testamento de 1705 a sus hijos Juan y Francisco. Juan casó en 1700 en San Pedro con Teresa Gumiel.

José Gumiel, nacido en Saviñán, testó en Morés el 21 de abril de 1689, citando a sus hijos José y Francisca. Casó en Saviñán el 20 de febrero de 1678 con María García, de Saviñán. Esta partida de matrimonio no la hemos encontrado en San Pedro.

Jerónimo Caballero y Asensio fue nombrado Caballero de Santiago por Real Cédula de 3 de mayo de 1765 y por Real Decreto de 22 de junio del mismo año. Testó en Plasencia el 24 de julio de 1780, citando como hijos a Jerónimo, Manuel y Vicente. Casó en Roa el 25 de abril de 1771 con Vicenta de Obando y Samaniego, nacida en Madrid el 19 de septiembre de 1753. Fue legitimada por Real Cédula fechada en San Ildefonso el 23 de septiembre de 1777. Era hija de Vicente Francisco de Obando, marqués de Camarena, caballero Comendador de Vallaga y Alfonga, en la Orden de Calatrava, por Real Cédula de 1 de mayo de 1704, y Real Decreto de 28 de marzo de 1705. Testó en Cáceres en 1773. Casó con Juliana de Samaniego y Lorenzo, nacida en Madrid en 1725. Era hija de Gregorio de Samaniego, conde de Salvatierra, natural de Villalcampo (Toledo) y fallecido en Madrid en 1747. Casó en 1721 con Isabel Lorenzo y Rivas, fallecida en 1743.

Jerónimo Caballero y Asensio, Caballero de Santiago, Teniente de Caballería, Procurador General Personero de Cáceres, y Vicenta Nicomedes de Obando y Samaniego, fueron padres de Jerónimo y de Manuel Caballero y Obando.

Jerónimo Caballero y Obando, nacido en Cáceres el 9 de abril de 1773, fue Guardamarina, teniente de Guardia de Corps y Caballero de Santiago en 1804. Casó en Cáceres en 1798 con Antonia Sastre. Manuel Caballero y Obando ingresó en la Real Compañía de Guarda Marina, exp. 2.635 de 1793.

Como hemos visto los Caballero y los Asensio de Saviñán eran de linaje de infanzones. Los Caballero aparecen radicados en la Señoría en el siglo XVII. Al faltar el Libro segundo de San Miguel, no sabemos de su procedencia. Podemos pensar que, aunque eran de linaje de infanzones, serían segundones de la casa y tendrían que marchar de la casa solar, que se reservaba siempre para el hermano primogénito. La salida para estos segundones era la iglesia o la milicia.

En un manuscrito de Tomás Fermín de Lezaún, donde se apuntaban los nobles aragoneses entre 1600 y 1738, aparece un Cebrián Caballero radicado en Moros. En una nómina de caballeros e infanzones de 1787, se cita a doña María Asensio, viuda de Martín Mihura, empadronada en Calatayud en 1786.

Francisco Tobajas Gallego, Enebro, Saviñán, nº 69, 2011.

PARTIDA DE BAUTISMO. FOTOGRAFÍA
FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO

El 18 de marzo de 1910 se había creado el Centro de Estudios Históricos, de la Junta para Ampliación de Estudios  (JAE, 1907-1938), con seis secciones, donde Ángela Carnicer acudió a los cursos de Rafael Altamira, que dirigía la sección «Metodología de la Historia», a modo de seminario. La JAE, antecedente del CSIC y dirigida por Ramón y Cajal, impulsó el desarrollo y difusión de la ciencia y de la cultura españolas. En esa época aparecen de vocales, entre otros: Joaquín Costa, Menéndez y Pelayo, Julián Ribera, Sorolla, Echegaray, Menéndez y Pidal, Azcárate y Torres Quevedo. En varias ocasiones, como alumna y profesora, Ángela Carnicer solicitará becas a la JAE, para perfeccionar su formación profesional en el extranjero.

Ángela Carnicer participó en la colonia mixta del Museo Pedagógico en San Antolín de Bedón, Llanes, y en la colonia de la ILE en San Vicente de la Barquera. En esta localidad cántabra se había instalado la primera colonia escolar española en 1887, organizada por Cossío. Se eligió por su clima benigno, por la posibilidad de tomar baños de mar y realizar vida de campo. Aquella experiencia fue todo un éxito.

En marzo de 1915 Ángela Carnicer será elegida profesora numeraria de Gramática con ejercicios de lectura y literatura castellana en la Normal Femenina de Valencia y en abril de ese mismo año, a petición propia, pasará a ser profesora del grupo vacante de Geografía en la Normal de Valencia, materia que seguirá impartiendo en 1933, cuando se encargará de la Enseñanza de Paidología y Organización Escolar.

Participará en todas las iniciativas educativas que la ILE pondrá en marcha en Valencia. En 1918 era miembro de la Junta Directiva de la Asociación para el Fomento de la Cultura y de la Higiene en España, que desde 1912 hasta 1936 organiza colonias. En 1916 se creará la Junta Valenciana de Colonias Escolares, de la que Ángela Carnicer será miembro desde 1918. También será presidenta de la Comisión de excursiones, participando en las actividades del Ateneo Pedagógico y en las escuelas del Ave María, fundadas en 1910 por el presbítero Miguel Fenollera (1880-1941) en Benimamet, donde impartirá varias conferencias sobre la educación de la mujer.

El 3 de noviembre de 1923 casará en Santa María de Calatayud, con Carlos Escrivá Cost, natural de la Alquería de la Condesa, Valencia.

En El Mercantil Valenciano, del 4 de diciembre de 1927, Ángela Carnicer aparece en una lista de maestros matriculados en la futura Escuela Provincial de Puericultura de Valencia.

En 1929, María Moliner será destinada al Archivo de Hacienda de Valencia. Allí hará amistad con los Navarro Alcácer y con Angelina Carnicer, con los que montará la Escuela Cossío. Con ellos compartirá excursiones en un coche Citroën y reuniones en la terraza de la casa que los Ramón-Moliner ocupaban en la Gran Vía Marqués del Turia, 22.

En la Escuela Cossío, Ángela Carnicer se encargará de la selección del profesorado e impartirá numerosas conferencias, siendo además secretaria del Consejo Directivo, impartiendo estudios generales de ampliación (canto y recitación). También será profesora en la Institución para la Enseñanza de la Mujer y miembro del Patronato del Instituto-Escuela, creado por decreto de 2 de marzo de 1932, en el extinguido Colegio de San José de Valencia, con arreglo a la Normal del Instituto-Escuela de Madrid.

Angelina Carnicer será requerida para formar parte de varios tribunales de la Escuela de Magisterio, mientras sigue impartiendo cursos destinados a la formación permanente del profesorado. En 1933 participará como vocal del Tribunal 2 de los cursos de ingreso en el magisterio, con los que se quería acabar con las injusticias que se venían produciendo en estas oposiciones. En 1934 participará en la Semana Pedagógica de Ontinyent, donde trató de la educación moral. En 1936 presidirá el Tribunal 5 de los cursos de ingreso al magisterio.

En las elecciones de 1931 se constató que las ciudades habían votado candidaturas republicanas, no así los pueblos. El Gobierno provisional de la República creyó conveniente ganarse a la población rural y retomó la vieja idea de Francisco Giner y de Cossio, de realizar misiones pedagógicas en las aldeas. El Patronato creado en 1931 lo presidía Cossio, que consideraba: «El maestro, que es hoy la palanca más fuerte para el desarrollo de la civilización, es también el camino más fácil y seguro para llevar la ciudad a los campos». Entonces la tasa de analfabetos en España sobrepasaba el 44%. En Valencia destacaron las misiones de Ademuz y de Jaraguas. En esta última participó Angelina Carnicer en 1933.

Durante la Guerra Civil continuará impartiendo en Valencia las materias de Paidología y Organización Escolar. Finalizada la guerra será sancionada y trasladada a la Escuela Normal Femenina de Lérida, hasta que le fue retirada la sanción, por orden ministerial del 15 de abril de 1943. El 14 de mayo tomará de nuevo posesión en Valencia como Profesora Normal de Paidología y Organización Escolar, hasta su jubilación el 21 de julio de 1963, a los setenta años. El 1 de abril de 1965 se le concederá la Encomienda de Alfonso X el Sabio. Ángela Carnicer Pascual, componente de la llamada Generación del 1915, fallecerá en Valencia en 1980.

Francisco Tobajas Gallego, Enebro, Saviñán, nº 66, 2009.