MANANTIAL, PILETA, BALSA Y RIEGOS DE VALCARDERA

FOTOGRAFÍA: FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO

PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA:

                Catalogados. Nivel de Protección Estructural.

            Están situados en el paraje de Valcardera, parcela 46 del polígono 1. El manantial se localiza en la parte alta de la finca de Valcardera, propiedad de la familia Gracián, que va a dar a una pileta de piedra de una pieza, para recogerse seguidamente en una balsa para riego. La finca dispone de unos riegos de piedra para regar los bancales aterrazados plantados de olivos centenarios. La finca disponía de corrales para el ganado y de una casa donde vivía el casero de la finca.

            La España de Madrid publicó el 10 de noviembre de 1852, que el pasado día 5 había acudido a las afueras de Calatayud un inmenso gentío para presenciar el ajusticiamiento a garrote de Vicente Lahuerta Moreno, más conocido por el Pacho, Chinela y Cebolla, jornalero del campo y vecino de Saviñán. Tenía veintisiete años y estaba soltero. El ajusticiamiento había tenido lugar a las once y media de la mañana. El Supremo Tribunal lo había condenado a la pena de muerte por el asesinato de Vicente Lázaro Tobajas.

            El redactor relataba que la noche del 27 de abril, Vicente Lahuerta había llamado a la puerta de la casa de campo de Valcardera, donde habitaba Vicente Lázaro. Fingiendo la voz, consiguió que Vicente Lázaro le abriera la puerta. Una vez dentro, Lahuerta le pidió fuego para fumar, con la intención de subir a la cocina para allí matarlo. Vicente Lázaro le ofreció una cerilla y sin mediar palabra Vicente Lahuerta le dio dos o tres golpes con una tranca, dejándolo por muerto. Luego subió a la cocina y se comió la cena de su víctima. Cuando acabó de cenar, Vicente Lahuerta bajó y encontró aún vivo a Vicente Lázaro. Entonces Lahuerta, a pesar de los ruegos de su víctima, lo remató con un astral. Lahuerta cogió varias herramientas de labor y algunas ropas. Cerró la puerta y lanzó la llave a una habitación a través de una ventana.

            El redactor del periódico escribía que Lahuerta no tenía ningún motivo de resentimiento hacia Vicente Lázaro, pues se había alojado en varias ocasiones en Valcardera. En la aguardentería del pueblo, Vicente Lahuerta contó lo sucedido a tres vecinos, «añadiendo que el diablo le había tentado para hacer una muerte y descubrirlo».

            Vicente Lahuerta reconoció que había vendido los efectos robados. En el mismo patíbulo, Lahuerta dijo que no había recibido ninguna instrucción, «a lo más, algún buen consejo de su madre del que no ha hecho caso».

            Vicente Lahuerta, hijo de Vicente Lahuerta Bargas y de Blasa Moreno Hijazo, había nacido en Saviñán, siendo bautizado en la pila de San Pedro el 14 de marzo de 1818. Tuvo tres hermanos más: Alejos Vicente (1815), quien casó en 1837 con María Aznar García, Cristóbal Domingo (1820) y Blas (1824).

            Vicente Lázaro Tobajas era hijo de Juan Miguel Lázaro (1773-1826) y de Agustina Tobajas (1779-1841). Juan Miguel, hijo de Juan Lázaro y de Josefa La Gresa, de la Señoría, y Agustina, hija de Agustín Tobajas y de María Pérez, habían casado en Ntra. Sra. del Río de Saviñán en 1802. Vicente Lázaro Tobajas debió nacer hacia 1804, aunque no hemos encontrado su partida de bautismo. Fue confirmado en 1809 por el obispo de Tarazona, Francisco Porro y Peinado.

            Juan Miguel Lázaro La Gresa falleció el 25 de julio de 1826, siendo enterrado al día siguiente en el cementerio parroquial. No hizo testamento. Agustina Tobajas falleció el 27 de septiembre de 1841, siendo enterrada al día siguiente en el cementerio parroquial. Su partida de defunción señala que había dejado un hijo de treinta y siete años llamado Vicente.

            Vicente Lázaro Tobajas casó el 11 de abril de 1842 con Petra Cuenca Serrano, soltera, hija del ya difunto José Cuenca y de Joaquina Serrano, de la Señoría. No hemos encontrado hijos del matrimonio. La partida de defunción de Vicente Lázaro dice que tenía cuarenta y ocho años y que estaba casado con Petra Cuenca. Sólo pudo recibir la extremaunción, por no permitirlo su enfermedad. Fue sepultado en el cementerio parroquial el 28 de abril de 1852.

            En un libro de contabilidad de la familia Gracián, fechado entre los años 1887 y 1889, se apuntaban las cuentas del pastor de la casa y del zagal, y las del pastor de la sierra. La cuenta con el pastor de la casa y del zagal (Domingo y su chico), comenzaba el día 1 de abril de cada año. Tenían de salario veinticuatro duros, más cuatro arrobetas de aceite y ocho cahíces de trigo. Correspondían al pastor treinta y dos almudes al mes y uno diario al zagal.

            El pastor de la sierra había entrado el 1 de marzo de 1888. Ganaba veinticuatro duros, más cuatro cahíces de trigo y cuatro arrobetas de aceite al año. Vivía en Valcardera, donde tenía casa y leña de la sierra.

            En una lista de los peones de la casa se citaban a Manuel Valpuesta, Joaquín Terrer, José Paciencia, Antonio Valpuesta, Estanislao Miñana, Domingo Vela (quizá fuera el pastor de la casa), Tomás Valpuesta y Domingo Lacruz, éste último para coger zumaque. El 30 de septiembre se apuntaba que Joaquín Terrer había recibido cinco pesetas para el Seminario de Tarazona.