El cráneo del Papa Luna regresa a Sabiñán 21 años después de su robo

La capilla de Santa Ana de la iglesia de San Pedro Apostol ha sido acondicionada para que repose el vestigio después de ser sustraído del Palacio de Argillo en 2000.



HERALDO DE ARAGÓN: JORGE ZORRAQUÍN / Fotografía: Jesús Macipe
El cráneo del Papa Luna vuelve a Sabiñán 21 años después de su roboEl cráneo del Papa Luna vuelve a Sabiñán 21 años después de su robo
El cráneo de Benedicto XIII, el Papa Luna, ya se encuentra en Sabiñán, transcurridos 21 años desde su sustracción en 2001 en el Palacio de los Condes de Argillo, donde se encontraba desde hacía dos siglos. Ha llegado a las 9.56 de este martes, 1 de junio, a la calle Mayor de la localidad zaragozana, en una furgoneta de transporte custodiada por autoridades autonómicas y locales y la Guardia Civil y que fue recibida por cerca de 40 vecinos que prorrumpieron en aplausos y vítores.

Por el momento, más de tres horas después, cuatro operarios siguen acondicionado los últimos detalles de los sistemas de seguridad y la vitrina donde se ha colocado la urna original con la reliquia de Pedro Martínez de Luna, que estará ubicada dentro de la capilla de Santa Ana en la iglesia de San Pedro Apóstol, espacio que perteneció a los Muñoz de Pamplona, en quienes repercutieron los títulos y señoríos asociados a los Martínez de Luna.

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«Es un día emocionante para el pueblo. Es el punto final a una lucha de muchos años para conseguirlo», asumía el alcalde, Ignacio Marcuello, que se desplazó junto al concejal de Cultura, Francisco Tobajas, hasta las instalaciones del Museo Provincial de Zaragoza, donde se custodiaba el cráneo desde su recuperación. Se refiere así al proceso para, primero, recibir la propiedad de la reliquia de manos de los Olazábal-Bordiú y, segundo, conseguir la autorización para el traslado.

En la sala, restaurada hace más de 12 años y acondicionada en los últimos meses para acoger la calavera, se colocaron hace tiempo dos retablos, la Vera Cruz y dos paneles explicativos sobre la figura del pontífice, realizados por la empresa Tintaura. «La capilla tiene un sistema para controlar la temperatura y la humedad, y se han reforzado los sistemas de seguridad», explicó Santiago Cabello, responsable de la empresa