BLAS JOVEN Y TRIGO

Manuel y Blas Joven Trigo eran hijos del notario Manuel Joven Pérez, de Embid de la Ribera, y de Antonia Trigo Ibáñez. Sus abuelos paternos se llamaron Manuel Joven y María Pérez, de Embid, y los maternos Antonio Trigo y Josefa Ibáñez.

Antonio Trigo Esteras, de Sestrica, había casado con Josefa Ibáñez Cruz en casa de Diego Muñoz de Pamplona en 1679, oyendo la misa nupcial en la ermita de San Roque. Josefa Ibáñez falleció en Arándiga en 1715, trayéndose a enterrar a Saviñán, dejando 60 libras por su alma. El doctor Antonio Trigo, médico del lugar, falleció en Saviñán en 1707. Había testado con su yerno Manuel Joven, notario de Saviñán, dejando 50 escudos por su alma, misas y sufragios, la mitad para San Pedro de Saviñán y la otra mitad para el convento de Santo Domingo de Calatayud.

En la capilla de Juan Pujadas, de Saviñán, casarían en 1708 Manuel Joven y Antonia Trigo, oyendo la misa nupcial en San Roque. En Arándiga nació Manuel Joven y Trigo, entre 1709 y 1715. En Saviñán nacieron: Blas en 1716, Teresa Ana en 1718, Pablo Silvestre en 1721, y Raimunda en 1723. En el acta de bautismo de Blas Joven y Trigo se dice que se había apuntado como forastero, pues sus padres eran entonces vecinos de Arándiga, donde su padre ejercía de notario y colector del Miguel Sanz y Cortes, marqués de Villaverde. Antonia Trigo falleció en Arándiga en 1744, enterrándose en la iglesia de Saviñán. Su marido Manuel Joven falleció también en Arándiga en 1770. Estaba casado en segundas nupcias con Catalina Fuste y Fortun. Se enterró en la iglesia de Saviñán.

Manuel Joven y Trigo estudio en la Universidad de Zaragoza, donde obtuvo el grado de doctor en Teología el 30 de mayo de 1734. El 24 de enero de 1733 había tomado posesión de un beneficio en La Seo de Zaragoza. En la Universidad de Cervera (Lérida), Manuel Joven aparece en 1735 como catedrático de Vísperas de Teología Escolástica y en 1737 como catedrático de Prima de Teología Escolástica.

La Universidad de Cervera había sido fundada por Felipe V, por un Decreto de 11 de mayo de 1717, siendo suprimidas las seis universidades existentes entonces en Cataluña. Felipe V premió de esta manera el apoyo de Cervera a su causa, durante la Guerra de Sucesión. En 1842 la Universidad se trasladaría a Barcelona. En los primeros Estatutos de 1724 se ordenaba la enseñanza de Gramática latina y griega, Letras Humanas, Matemáticas y Astrología, Artes o Filosofía, Medicina, Cánones y Leyes, y Teología. La Universidad de Cervera ejercía un monopolio de estudios e imprenta. Durante el siglo XVIII y principios del XIX, al quedar solamente la Universidad de Cervera, la Universidad de Huesca registró una importante afluencia de alumnos catalanes.

La Universidad de Cervera quería ser «émula de las mayores de Europa en riquezas, honores y privilegios, que convide a los naturales y extranjeros a coronar su grandeza con el más autorizado concurso». Según sus Estatutos de 1750, cada uno de los seis catedráticos teólogos escolásticos y el de moral, creada en 1749, tenían «obligación de leer cada año una Materia de las principales de Theología, arreglándose a los Libros del Maestro de las Sentencias; de suerte, que los dos cathedráticos de Theología Escolástica de cada Escuela lean cada quatro años las principales Materias de su Theología, sin poderse repartir dentro de un quinquenio en la misma Escuela una misma materia». Entonces, la cátedra de Prima de Teología estaba dotada con 200 libras. En 1746, Manuel Joven, catedrático de Prima de Escoto, aparece como primicerio de la Universidad. Los primicerios cuidaban de las fiestas de Capilla de la Universidad. Se nombraban cada año, pasados ocho días de la festividad de San Lucas, en claustro de Diputados, precediendo la misa llamada del Espíritu Santo. En este cargo se turnaban los catedráticos de las diversas Facultades. Entonces se celebraban con un oficio solemne el día de San Lucas, la conmemoración de los fieles difuntos, el día primero de Mayo y los siete días siguientes, el Octavario de la Purísima Concepción y la fiesta del Santísimo Sacramento, que se celebraba el segundo domingo después del Corpus.

Estos mismo Estatutos de 1750 ordenaban que el que hubiera leído veinte años enteros en cátedra de propiedad, «sea jubilado de su lectura, y goze los honores y prerrogativas de su jubilación». Los jubilados cobrarían durante su vida el salario de la cátedra, en que habían sido jubilados, «en los mismos plazos que a los cathedráticos actuales». Manuel Joven fue jubilado de su cátedra en 1753, para pasar a ocupar una canonjía en la catedral de Barcelona. En el acta Capitular del 13 de noviembre de 1752, los canónigos Tagell y Alós revisaron la Bula del canonicato a favor de Manuel Joven. Como estaba redactada como era costumbre y no había nada en su contra, revestidos con hábitos de coro, le dieron a Manuel Joven posesión de la Silla del Coro y a continuación de la Silla de la Casa del «Pastrim» o del pan. El nuevo canónigo ya había hecho donación de las acostumbradas cauciones por la capa y el resto que era costumbre, en relación a su entierro. En el acta del 16 de diciembre de 1752, se apuntaba que a la hora tercia vespertina, el subsíndico había informado al Cabildo que el nuevo canónigo Manuel Joven recibiría el «osculum pacis», beso de la paz o abrazo, según un acuerdo del día anterior. Seguidamente dos canónigos con hábito de coro salieron del Capítulo y recibieron al canónigo Manuel Joven, también con hábito de coro, quien entrando al Capítulo hizo la profesión de fe en los términos acostumbrados.

En el Mercurio histórico y político, de mayo de 1776, el rey nombraba para el Arcedianato de Llobregat, Dignidad de la misma, a Manuel Joven y Trigo.

En el acta del 22 de junio de 1784 se comunicó que en el día anterior por la noche había fallecido el canónigo Manuel Joven. Aquel mismo día, después de las completas, tendría lugar la absolución y al día siguiente el entierro. El 7 de julio de 1784 se apuntaba en el Libro de Sepulturas, que el canónigo Juan Bautista Gualdo había liquidado 79 libras por la sepultura y gastos de cera de Manuel Joven. El 28 de junio el mismo canónigo entregó 30 libras, como donativo para cien misas en sufragio del alma del canónigo Manuel Joven y Trigo.

En la Universidad de Barcelona hemos encontrado dos manuscritos de Manuel Joven: Tratatus theologicus de essentia, attributis et perfectionibus divinis y Tratatus de Divina voluntate.

A la muerte del rey Felipe V en 1746, la Universidad de Cervera celebró unas solemnes exequias que reunió en el libro: Relación que hace el claustro de la Real y Pontificia Universidad de Cervera a la S.C.R. Majestad el Nuestro Señor Don Fernando Sexto, que Dios guarde, de las Reales Exequias que el día 8 de octubre de 1746 consagró a la eterna memoria de su amado Rey, y fundador Don Felipe quinto, Cervera, Manuel Ibarra [1746]. En él se incluye una oración latina de Blas Larraz, la oración fúnebre de Manuel Joven y algunas poesías. La oración fúnebre  de Manuel Joven se editó también en tomo aparte como: Oración fúnebre que en las honras fúnebres hechas por la Universidad de Cervera a su real fundador Don Phelipe V, el Animoso, Rey de las Españas, dixo el día 8 de octubre de 1746 el doctor D. Manuel Joven y Trigo, catedrático de Prima de Teología en la misma Universidad, Manuel Ibarra. En ella afirmaba: «Es palabra del Espíritu Santo que los Príncipes, que aman la sabiduría y según Alapide, conforme al original Griego, los que la honran, favorecen y adelantan, han de reynar sin fin». Manuel Joven fue también el encargado de una Oración que al B.L.M. la Real Universidad de Cervera al rey Nuestro Señor Don Fernando Sexto, que Dios guarde, por su exaltación al trono le dixo el Doctor D. Manuel Joven y Trigo, el 15 de abril de 1748.

El 7 de febrero de 1753, Manuel Joven firmaba en Cervera la aprobación del libro de Jaime Finestres, Historia del Real Monasterio de Poblet. Manuel Joven escribió también la censura al libro del P. Antonio Codorniu, Dolencias de la Crítica, de 1760.

Su hermano Blas Joven y Trigo casó en Saviñán en 1753 con María Teresa Martínez Monterde. Entonces era escribano de Cámara de la Real Audiencia de Aragón. Por Decreto de 1707, el rey abolió el Tribunal de Justicia de Aragón, creando una Chancillería de Aragón, que en 1711 se transformaría en la Real Audiencia, con dos salas. Una dedicada a los pleitos criminales, que juzgaría con arreglo a las leyes castellanas, y otra sala de lo civil, que lo haría con arreglo a las leyes del Reino de Aragón.

En 1781 tenía lugar un pleito civil entre Manuel Joven y su cuñada Teresa Martínez, que ya era viuda de Blas Joven. En 1780 Manuel Joven había enviado 5.400 reales de vellón a su hermano Blas, quizá ya muy enfermo, pues se incluían unas cartas de Blas donde criticaba a los médicos. Tras su muerte, su hermano requería el dinero a su viuda. Teresa Martínez casó en segundas nupcias en 1785 con Manuel Martínez, de Morés, que era viudo de Teresa Serrano. Teresa Martínez falleció en 1786, siendo enterrada en la capilla familiar del Rosario de Saviñán. Dejó 40 libras para reparar la ermita de San Blas, 25 libras para componer un cuarto para los enfermos del hospital de Saviñán y 100 libras para su alma, sufragios y entierro. Había nacido en 1727. Era hija del infanzón Juan Jerónimo Martínez Ferrer y de Ana Monterde Mendieta, de Aguarón.

 

Francisco Tobajas Gallego, Enebro, Saviñán, nº 103-104, 2020.

 

AUTOGRAFO DE BLAS JOVEN Y TRIGO

FIRMA DEL NOTARIO MANUEL JOVEN, PADRE DE BLAS.